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La danza une dos puntos lejanos del mundo, Concepción (Chile) y Solo (Indonesia). Joel Inzunza Leal conecta esas dos ciudades presentando su famosa obra Punto Ciego al público indonesio en el festival SIPA 2017 (Solo International Performance de Arte) junto con otras obras de otros países, como Australia, Corea, Japón, Filipinas, Malaysia y Chile. El decimo noveno festival se presenta en la fortaleza Vastenburg de 7-9 de Septiembre. El evento anual atrae más de 6.000 personas cada noche.
¿Qué salió en su mente al escuchar la palabra Indonesia?
Bueno, surgió una imagen campestre quizás, verde, muchos colores, pero honestamente no teníaningún conocimiento previo, por eso disfruto dejándome atrapar porsus colores, olores, texturas, y diversidad de religiones.
Al pisar la tierra Indonesia sobre todo la ciudad Solo, ¿cuál fue su primer impresión? Yo creo que es la pregunta típica que la hacemos a los extranjeros.
Encuentro una región bastante tranquila, la gente muy familiar. Son las primeras impresiones que capturo al pasar unos días acá. Siento que las personas son cariñosas y amables. Además la plataforma del Festival es muy interesante, se parece a las ferias en los países de Latinoamérica dónde hay comida, puedes salir a comer o tomando algo, luego volver. Es algo diferente de lo que sucede en un teatro.
Me imagino que la oportunidad de venir a un rincón tan lejano no vino por casualidad. ¿Nos podría contar un poco la historia de este viaje?
Me interesó el trabajo del artista EkoSupriyanto del cual sólo tuve referencias por por internet. Me gustó su trabajo y obras, y mantuvimos contacto, la que finalmente decantó en la posibilidad de actuar acá. Aprovecho de darle las gracias por esta invitación y la oportunidad de estar acá.
¿Y el punto ciego?
Punto Ciego es un trabajo que hice en 2009 y lo he presentado en varios países como Brasil, Argentina, Chile y ahora en Indonesia. El Punto Ciego habla sobre el espacio donde a veces nos sentimos muy atrapado en un espacio muy grande. Yo interpreto la necesidad del cuerpo para salir a un espacio más amplio.
El público indonesio está acostumbrado con el baile típico, el folklórico. ¿Cómo se sintió en la escena?
Lo que presenté es algo distinto con lo que está presentando el festival. A pesar de eso creo que el público estuvo respetuoso, por lo menos así lo percibí. Además lo que rescato mucho del Festival es su diversidad, y así mismo, de contextualizar la danza acercándose con lo que está viviendo la gente, o sea crear un intercambio entre danza contemporánea con lo folklórico y la danza de raíz, un cierta sincretismo en la danza, eso va a ser una arma de espectáculo muy potente en el futuro.
¿Ya está planeando algún proyecto cercano después del evento?
Sí, voy a ir viajando a Bali, visitar a un amigo de un amigo, que tiene un centro de danza, dar algún taller allí. Luego voy a Ho Chi Minh, Vietnam para dar un taller, luego a Tailandia. Voy a estar en esta zona asiática por dos meses más para ir conociendo la maravillosa geografía de este lugar muy lejano para mí; presentando danza y dando taller o clase de danza contemporánea. (NI)